¿Estamos preparados?

En estos días de presentaciones, de análisis aerodinámicos del monoplaza y de ver sus nuevas libreas; a mí me surgen otro tipo de ideas y sensaciones.

Hace tiempo que me ronda un pensamiento por la cabeza. Un pensamiento de esos negativos que van apareciendo por la mente de uno y que intentas taparlo con la primera idea que te pasa por la cabeza, pero que al final sale a flote como la misma mierda.

Me gustaría poder exponéroslo de una manera en la que se entienda bien y en la que nadie ponga a juicio mi respeto y admiración por él. Sé que es difícil, pero me niego a no sacar a la luz lo que llevo barruntando días y días.

Sabemos que los pilotos son personas extremadamente confiadas en sí mismas. Pero los aficionados mortales, o bien no somos capaces de entender ese “orgullo” de campeón, o simplemente somos gente corriente con miedos y temores a la hora de afrontar el día a día de nuestras vidas cotidianas.

Por parte de Fernando Alonso, está claro que no hay ninguna duda. Estoy segurísimo que vuelve con la misma hambre de siempre, oliendo sangre a la mínima herida de cualquier víctima. Pero, nosotros los fans… ¿qué?

Entiendo que los que no sean seguidores del asturiano, les dará absolutamente igual. Si fracasa o no. Que si no es el mismo o que si la edad empieza a hacerle mella. O incluso que la inactividad fuera de la F1 lo va a notar cuando se vea rodeado de jovenzuelos. Pues no lo sé, y eso es lo que me lleva de cabeza.

¿Estamos preparados? ¿Estamos preparados para ver a nuestro ídolo fallar? ¿Seremos capaces de lidiar con las críticas que vengan de aquel sector que está afilando cuchillos por si algo así ocurre? Todo este tipo de miedos llevan rondándome la cabeza desde que se anunció que el bicampeón volvía con Renault.

Igual es que soy flojo de mente y vivo continuamente señalando los miedos. También podría ser que mirara de cara a los miedos siendo lo más realista posible… ¿no?

A modo de conclusión, me gustaría deciros que, aunque nuestro campeón fracase tenemos que mantenernos fieles y sobre todo unidos. Básicamente, porque al mínimo error de Alonso van a saltarle a la yugular y allí, es donde debemos estar nosotros sin olvidar nuestros temidos miedos.

Mi nueva normalidad

«La idea es retomarlo», les decía a todos aquellos que me preguntaban.

Desde aquella última entrada donde lanzábamos una lanza a favor de los comisarios, han pasado varios meses, una niña y una pandemia mundial con su confinamiento y toda la movida. Ah, y también Lewis Hamilton y Mercedes se hicieron con su sexto entorchado respectivamente.

En cada carrera, en cada escenario, en cada acción punible y de debate, me proponía volver a escribir y a partir de esto, pillar dinámica y hasta ponerme objetivos. Solo estaba en mi cabeza, y como dicen los millennials: en mi cabeza era acojonante.

Pues aquí estoy, armándome de valor por enésima vez y escribiendo estos cortos párrafos para empezar. Espero y deseo que después de ser padre, del Covid, encerramiento posterior y diez meses de ERTE; mi vuelta al trabajo y mi vuelta al teclado sean mi nueva normalidad.

Mi nueva normalidad como la de Fernando Alonso, que ha venido para instalarse de verdad. No prometo nada porque mientras escribo estas palabras sigo dudando si publicar de nuevo en CurvoneF1 o no, pero por lo menos trataré de buscar diversión con plumilla y fino papel. 

Por comentar algo de actualidad del motorsport, os cuento que el asturiano se subió esta semana a un F1 desde que acabó la temporada en 2018. Entre medias, pequeños escarceos sin importancia… Le Mans, Indianápolis, Daytona, Sebring, el Dakar… Lo dicho, minucias, más o menos como mis pequeños revolcones con el blog durante este tiempo.

“Definitivamente, creo que es el momento de empezar de nuevo”, le dije al interesado sin haber entablado conversación y sin que formulara alguna pregunta. No contestó, pero vi en sus ojos que para nada lo esperaba…

Así que ahora, cuando me pregunten por mi viejo y humilde blog, les contestaré que CurvoneF1 ha vuelto.

Héroes del pasado 2/2

Continuemos con lo que empecé el otro día y vamos con otro momentazo de la temporada 2018.

Dejando de lado Le Mans y Alonso, vamos con otro hecho de este 2018 que me ha terminado de convencer de que Lewis Hamilton es un piloto de época.

No soy nuevo en esto, y se apreciar que el 2007 del británico fue una de las cosas más bellas en este deporte, por mucho que nos duela lo ocurrido. Que un debutante opte al título plantando cara a un bicampeón del mundo, dice mucho de su talento y calidad.

Con el paso de los años, ese caballo loco se ha ido convirtiendo en un ser maduro dentro del cockpit, que no fuera de él.

Dice mucho de Lewis, que este año estemos alabando su templanza y cabeza fría en determinados momentos. Él solito, está sabiéndo imponerse a un Ferrari que parece superior a su W09 y contra un Vettel que parecía que estaba destinado a acabar con la maldición de la Scuderia.

Pues bien, la salida y victoria en el Gran Premio de Monza ha sido lo más majestuoso que he visto en mucho tiempo en Fórmula 1. Salida magistral adelantando a su máximo rival en la segunda variante del trazado italiano. Unas vueltas después, con calma y paciencia, adelanta a un gran Raikkonen para hacerse con la victoria fuera de casa y darle en toda la boca a Ferrari y Vettel.

Tengo que decir, que esta entrada de “Héroes Pasados” se me ocurrió durante esa largada en el autódromo nacional de Monza, pero como he tardado varios días en darle forma, voy a añadir la vuelta de clasificación en el GP de Singapur. Ya que fue otra brutalidad de Lewis Hamilton.

Creo que el cuádruple campeón del mundo de Mercedes está en su mejor momento como piloto de F1. En términos más coloquiales, podemos decir que le sale todo dentro del coche, y que podamos disfrutarlo en su máximo esplendor, es un lujo que nos regala esta competición últimamente tan previsible y monótona.

Para mí, y repito, para mí, Fernando Alonso y Lewis Hamilton son lo más parecido a esos héroes del pasado que marcaron una época. Sus hazañas hablan por sí solas, y no hace falta ser muy entendido en esto, para darse cuenta que estos dos tipos hacen cosas diferentes al resto.

Probablemente, dentro de unos años, sus méritos sean mucho más reconocidos y recordados que ahora, y somos tan idiotas que nos daremos cabezazos contra la pared por no haberlo disfrutado en su momento, por culpa de fanatismos y odios…

Así que, disfrutemos de ellos, porque no sabemos si volveremos a ver pilotos tan influyentes y talentosos como estos dos leones.

Sin Rodeos

Sin rodeos. Después de tantos meses sin darle al teclado, no se me ocurre nada original para empezar esta entrada. Creo que es mejor empezar así, con la verdad por delante, y no inventándome una historia que no tenía ni significado ni nada llamativo.

Muchas introducciones han pasado estos días por mi mente, pero a ninguna le veía ese “algo” que la hubiera hecho divertida e interesante.

Podría haber empezado contándoos un rollo de mis últimos meses en el mundo laboral, con cambios de empresa incluidos. Podría contaros la apatía que fue creciendo en mí sobre todo lo relacionado con el MotorSport… O ya por último, podría resumir la pérdida de ganas a la hora de escribir. Pero no, no quería volver haciéndome la víctima.

Tras la colleja que me dio el Maestro Tellaetxe, disfrazada a modo de artículo dedicado a mi persona y a mi humilde blog (enlace), me prometí que CurvoneF1 volvería a estar en funcionamiento lo antes posible.

Muchas cosas han pasado desde que escribí la última entrada en CurvoneF1. Así, a bote pronto, se me ocurren unas pocas, como por ejemplo: la volteada de Hamilton al mundial, la inconsistencia de Vettel, el fichaje de Daniel Ricciardo por Renault, la marcha de Kimi a Sauber, el fichaje de Leclerc por Ferrari, la retirada de Fernando Alonso, el fichaje de Sainz por McLaren, la apuesta por Norris… Y así, hasta rellenar el folio Din4 entero.

Por supuesto, no me olvido de la compra de Force India por Lawrence Stroll o la posible marcha de Ocon del equipo afincado en Silverstone. ¿Qué pasará con la promesa francesa? ¿Está Toto Wolff trabajando en el futuro de su pupilo?

Y para ir terminando, quería remarcar esas pequeñas dudas o cuestiones que nos plantea la Silly Season de 2018. ¿Qué pareja de pilotos tendrá al año que viene?, ¿quién ocupará los asientos en Toro Rosso?, ¿qué pasará con Williams, Kubica y el ruso Sirotkin? Esperemos que siga igual de entretenida hasta final de año…

Antes de despedirme, quería mandar un saludo a mis amigos del Podcast de Speed Trap, puesto que los he tenido un poco abandonados estos últimos meses. Perdonadme chicos.

También quisiera comentaros a los demás, que con mis compañeros citados en el anterior párrafo, hemos creado un blog totalmente libre, llamado Il Tamburello. En él, dejamos nuestras impresiones, enlaces al Podcast, montajes, vídeos, dibujos y demás trabajos, que con mucho sacrificio y esfuerzo vamos subiendo a la red.

Así que, a partir de ahora, me dividiré un poco entre CurvoneF1 e Il Tamburello.

Disfruten del Gran Premio de Singapur.

Calma con McLaren Renault 

Los fans de Fernando Alonso viven momentos de alegría al ver a nuestro campeón probar otros coches de diferentes categorías. Por supuesto, me incluyo en el saco del alonsismo.

Aunque estoy feliz por poder disfrutar del asturiano en 27 carreras a lo largo de 2018, noto que me falta algo.

Llevamos unos años duros, y ya va siendo hora que nos llevemos uno alegría, joder. Pero calma amigos, el año que viene promete, así que andémonos con cuidado para después evitarnos el tortazo en la cara.

No quisiera ser yo el gafe que nos arruine toda la temporada que viene, pero las cosas no van a ser fan fácil como nos las están pintando. Tranquilidad, que con los años de Ferrari y estos tres últimos con Honda, deberían de bastar para ser un poco más cautos y pacientes.

El motor Renault se ha mostrado en este 2017 un pelo más fiable que el propulsor japonés. Toda la verborrea de mala prensa se la han llevado los de Sakura, como bien lleva explicando el maestro Tellaetxe desde hace tiempo.

Ahora, por un momento, imaginaos que Honda suministra a más equipos. Las roturas en sus motores se multiplicarían como el milagro de los panes y los peces. ¿Pilláis por donde voy?

Pasando al trabajo de Woking, sabemos de sobras que el chasis de Mclaren puede que esté a la altura del RB13 de Red Bull. Pero claro, esto es hablar de suposiciones, puesto que ninguno de nosotros tenemos una bola de cristal que nos diga que el chasis del año que viene se adapte perfectamente al motor de la casa del rombo y formen un buen conjunto.

Si consiguen ensamblar este nuevo propulsor y mantienen el nivel de desarrollo en chasis, veremos a Fernando muchas veces en el podio. Lo bueno de este cambio, es que la normativa es la misma y el chasis del MCL33 será una evolución de su antecesor.

Eric Boullier ha dicho que antes de anunciar su matrimonio con Enstone, ya sabían medidas y parámetros para poder trabajar en el diseño del monoplaza 2018.

Aun así, creo recordar, que también declaró que este cambio de Power Unit, les había privado de empezar a buena hora el diseño y fabricación del nuevo McLaren. Vamos, que van con retraso, y esto, no es nada bueno.

Escuchando el otro día el podcast de Historacing, programa que recomiendo muy mucho a los millennials amantes de este deporte, descubrí la historia de como McLaren pensaba que en 1995 se iba a comer el mundo gracias al cambio de motor Peugeot a Mercedes. ¿Os suena?

El motor Mercedes dió un buen resultado el año anterior en Sauber, y Ron Dennis y compañía, estaban hasta los mismísimos de Peugeot. Fueron tales las expectativas que hasta ofrecieron un volante al campeón del mundo de 1992, Nigel Mansell.

Empezó la pretemporada y el MP4/10 no andaba ni para atrás. Rediseñaron y presentaron el MP4/10B para el inicio temporada. Pues bien, cuando ya creían que tenían solucionados todos los problemas, llegó la gota que colmó el vaso: El León Británico estaba pasado de peso y no entraba en ese chasis.

Martin Brandle compitió junto a Hakkinen en las dos primeras carreras del mundial, para después cederle el asiento a Nigel. Este, que ya estaba de vuelta, se las piró en cuanto vió que ya no tenía nivel para competir en F1. Así que el probador Brandle, volvió a subirse al MP4/10C.

Para más inri, Hakkinen tuvo dos accidentes graves y fue sustituido por un tal Jan Magnussen. ¡Cuatro pilotos para una temporada! Nada mal para un curso que se preveía repleto de éxitos.

Pero lo realmente frustrante fue el mal rendimiento del motor Mercedes. Algo que puede ocurrir, puesto que en este difícil mundo de la Fórmula 1 las matemáticas no son ciencias exactas.

Por todo esto os pido, que no lancéis las campanas al vuelo tan deprisa y que tengáis mucha paciencia. No vaya a ser que nos tengamos que dar cabezazos contra la pared, aunque mejorar estos últimos tres años no es muy difícil.

Calma con McLaren Renault.

2018, ven a mí… 

2018… Le Mans… Toyota… Fernando Alonso… Triple corona…

Seguramente, con el título de esta entrada, y con esas casi 10 palabras, os bastaría para entender lo que vamos a vivir el año próximo. Pero, por currarme unos párrafos para mis fieles, no pasa res de res, que dirían en Cataluña. Así que, vamos a ello.

El domingo, 19 de Noviembre, un asturiano se subió por primera vez en su vida a un LMP1 (LeMans Prototipo). Conforme se vaya acercando el evento de las 24 Horas de Le Mans, ya haremos un buen previo de esta mítica carrera e intentaremos resolver todo tipo de dudas para los menos puestos en carreras de resistencia.

Hoy, dos días después del “rookie test” en Baréin, hablaremos de sentimientos y emociones que afloraron al ver a nuestro bicampeón subirse al TS050 Híbrido de Toyota.

No sé vosotros, pero ver a un tipo como el Nano subirse a otro tipo de coche, totalmente opuesto a un Fórmula 1 y de otra categoría, me puso la piel de gallina e hizo que me temblara hasta las piernas.

Como era de esperar, los antis/resentidos, enseguida salieron de su madriguera a dar un poco por culo. Pienso, que si su único objetivo es dar por saco y hacerse ver, su vida debe ser como una puta mierda.

Llamarme loco, pero ¿qué coño ganan con desprestigiar a un piloto que busca la gloria en otras modalidades? Joder, es de admirar que un piloto de la máxima categoría del automovilismo dé importancia a otras categorías. Luego, estos mismos, son los que echan de menos ese pasado divino, donde los héroes de la F1 buscaban el Olimpo corriendo en todo tipo de competiciones y autos.

Todo tiene su lógica, no pueden con Alonso y punto. Y me parece perfecto, que conste. Pero, ¿porque desprestigiar? ¿Envidia? Tal vez…

Como os decía arriba, el ver a Fernando a los mandos de un prototipo de Le Mans, con ruedas y cabina cerrada, me puso la piel de gallina. Los tiempos, ni caso. Lo importante: las sensaciones y las 113 vueltas que dió el genio astur al trazado bahreiní.

Pascal Vasselon y Alex Wurz, han declarado que la facilidad con la que se adaptó a este nuevo tipo de coche fue alucinante. Esto me hace volver al pasado, para recordar las declaraciones de Gil de Ferrán, allá por el mes de mayo. Estas, hablaban de la naturalidad del ovetense para hacerse a las nuevas sensaciones y fuerzas, para manejar un monoplaza de la IndyCar.

Estos prototipos híbridos, pesan unos 100 kilos más que un F1, tienen parecida potencia (rondando los 1000 CV) y tienen tracción en las cuatro ruedas. Y el Señor Fernando, rueda en tiempos presentables a las 4 vueltas de tener su culo pegado al asiento del TS050 Hybrid. ¡Ole tus huevos, chaval!

Hoy, si no nos han engañado, se subirá al LMP2 de United Autosport en el circuito aragonés de MotorLand. Con este prototipo de una categoría inferior al Toyota del domingo, se estrenará en enero del año próximo en las famosas Rolex 24 de Daytona.

Allí, aprenderá los entresijos de una carrera de un día, se acostumbrará a conducir en la más oscura noche, cambiará el chip para adelantar a los doblados sin pensárselo, y por último, disfrutará como un enano.

Y con su disfrute, nos hará disfrutar a los demás. Otros, estarán ocupados buscando la manera de hacerse notar, para no darle el valor que se merece a lo que pretende, en este 2018, Fernando Alonso.

La foto que encabeza este post, ha sido muy utilizada por muchos medios. Lo siento por volverla a utilizarla, amigos. Pero no podía elegir otra mejor, puesto que la mirada de depredador que tiene en la imagen, vale más que 1000 palabras.

2018, ven a mí…