Valientes comisarios

Volvemos a las andadas.

No me voy a complicar en explicar por qué vuelvo a darle voz a CurvoneF1, solamente paso por aquí para poneros en antena y comentaros que ser comisario u oficial, tanto de Fórmula 1 como de cualquier otra categoría, no es nada sencillo.

Viendo las risas que hubo ayer, viernes del Gran Premio de Bakú, con el incidente de Gelael, no me queda otra que recordar el nivel de nuestros comisarios. Montmeló, Valencia, MotorLand, Navarra, Jerez, Jarama…

Estos errores, son muy habituales en países donde aparca por primera vez la máxima competición automovilística. Puesto que no existe una tradición en ese rincón del mundo, es muy difícil nutrir de personal a toda una legión de comisarios que se necesita para una carrera de este calibre.

Criticar las acciones de los comisarios de pista desde el sofá, fácil. Y más viendo las actuaciones tan lentas para sacar la monoplazas de la pista, los tropiezos, o las artimañas para fijar una tapa de alcantarilla.

Viendo los altercados que hubo ayer en Bakú, nos damos cuenta que falta mucha preparación y experiencia para poder afrontar un Gran Premio sin añadirle más riesgo del que ya tiene esta competición en sí misma.

No es fácil aguantar la presión que tienes durante una intervención en pista. Coches rodando por los lados, órdenes de «arriba» sin sentido y actuar con toda la indumentaria apropiada para el momento en tiempo récord, hacen que la tarea sea más complicada de lo que parece. Y si a esto añades algún que otro piloto irresponsable, lo convierte en algo peligroso.

Sin esa gente del poblacho que son los comisarios, no sería posible que nosotros, desde casa, disfrutáramos de la Fórmula 1 como nos gusta hacerlo. Es más difícil de lo que parece, y sé que lo sabéis, pero no está demás recordarlo.

Siempre nuestro máximo respeto a esos currantes, que bajo esos monos ignífugos y el casco, son tipos con la misma pasión que todos vosotros. Es más, quieren formar parte del gran Circo que es la Fórmula 1, y lo consiguen.

Y os lo digo yo, formar parte de ello es: increíble.

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