El Halo del Siglo XXI

No hay nada mejor que levantarse un sábado con fiebre y con una congestión nasal de categoría. Ayer noche, ya marcaba que este finde iba a ser complicado, sin salir de casa por el frío y porque venía arrastrando un bonito resfriado de días atrás.

Llevo desde las siete de la mañana dando vueltas en la cama. Zumo, medicación, algo para desayunar, y vuelta a la cama. Aunque gracias al café consumido, no he podido pegar ojo mientas intento respirar por algún orificio de mi cuerpo. Esto me ha permitido repasarme Twitter de arriba abajo, y viceversa.

He mirado videos, repasado textos, he visualizado una y otra vez fotografías de los nuevos monoplazas y he leído conclusiones de miles de fans. Bueno, pues en la mayoría de imágenes, videos, opiniones y demás; me he dado cuenta de que en todas ellas existe un denominador común: el Halo.

Hace ya varios meses que quiero escribir sobre él, pero entre unas cosas y otras no he podido ponerme a ello. Bien porque no era el momento apropiado, o simplemente, porque me faltaba inspiración para ello.

Tanta presentación seguida, tanto debate en Twitter sobre el Halo, y tanta tontería sobre un elemento de seguridad, ha conseguido que sea capaz de reunir toda la fuerza de la que actualmente dispongo (que es más bien poca, tirando a nada) para escribir sobre el bendito Halo.

Debo dar las gracias a mi compañero Javi (@Javichu_F1), que gracias a su ReTweet sobre un video subido por la cuenta oficial de la Formula 1, hemos iniciado una conversación que ha hecho abrirme los ojos y darme la motivación suficiente para levantarme de la cama, y dedicarle unos párrafos al Halo y a sus detractores.

El video [dentro enlace] mostraba accidentes muy parecidos entre sí. Alonso y Kimi en Austria, Fernando con Grosjean en Spa, Shumi y Luizzi en Abu Dabhi, Trulli con Chandock en Mónaco…etc. En todos ellos, faltó muy poco para que el fondo plano del coche impactara con el casco del piloto.

Estéticamente es feo de cojones, para que negarlo. Pero os digo lo mismo que le conteste a Javi al ver el video: el Halo protege la cabeza del piloto, no hay más que hablar. Esta frase no es mía, sino de un chaval asturiano doble campeón del mundo de F1, que al ser preguntado por este elemento de seguridad, fue así de rotundo al contestar.

A esto, me contestó que habrá que ver cómo se comportará el Halo en otro tipo de accidentes, como los vuelcos o al incendiarse el coche. Creo que Javichu es como yo, personas que solo atendemos a la sensatez, razonando más allá de la lógica, y dándole vueltas a las cosas buscando un razonamiento pensado y estudiado.

Los dos, llegamos a la conclusión de que si este elemento ha sido añadido al diseño del monoplaza 2018, es porque la FIA ha hecho un millón de pruebas y de test para dar con la tecla.

Creo que debemos darle un voto de confianza tanto al Halo como a la FIA, ya que los coches son infinitamente más seguros que hace 10 años y esto, es gracias a ellos. No me entra en la cabeza que implanten este mecanismo para restar seguridad al deporte. ¿De verdad pensáis que no han hecho las pruebas pertinentes antes de imponerlo?

Dentro de los pilotos hay opiniones de todos los tipos. Desde Hulkenberg que se muestra súper reacio, a Carlos Sainz, por ejemplo. El madrileño explicó el otro día en la presentación de su coche, que ya dio su opinión en 2017 cuando este tema estaba en el candelero y que ahora mismo, es algo que ya no le importa. Se ha acostumbrado a ello y ha aceptado que el Halo ha venido para quedarse. Sin más.

Desde el sofá de casa es muy bonito criticar y decir que ese aborto del demonio es una gran equivocación, que parte los esquemas tradicionales del deporte y que los pilotos deben de correr el riesgo de perder la vida compitiendo.

A todos estos puristas o retrógrados, solo decirles, que estamos en 2018, siglo XXI. Y que la seguridad está por encima de todas las cosas… ¿capito?

 

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